Fundación Promiva comienza un nuevo proyecto de I+D+i subvencionado por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura bajo el programa de ayudas “INNOBONOS”. Dicha subvención está incluida en el Plan Estratégico de Subvenciones del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA). La finalidad de estas ayudas es la activación de la inversión privada en I+D+i y el fortalecimiento de las capacidades tecnológicas y de innovación de los sectores agrícola, ganadero, forestal y de sus industrias asociadas o agroalimentarias de la Comunidad de Madrid, con el objeto de promover, impulsar y apoyar a estos sectores económicos, reforzando así su competitividad, rentabilidad y sostenibilidad.


Nuestro proyecto se centrará en la selección de individuos tolerantes al estrés abiótico generado por el cambio climático para la producción de Papaya en España.
El sector agrario continuamente está buscando mejorar la rentabilidad de sus explotaciones introduciendo nuevos cultivos. En los últimos años se comenzó a producir papaya debido a la demanda, el precio en el mercado y la rentabilidad de las explotaciones, pero es necesario adaptar este cultivo a las condiciones ambientales concretas de nuestro entorno. La situación de cambio climático actual, con la que los periodos de sequía y las olas de calor son cada vez más frecuentes, intensas y prolongadas han puesto de manifiesto la necesidad de aumentar la resiliencia de nuestras plantaciones. En ellas podemos encontrar el mejor acervo genético, seleccionando individuos tolerantes que sean capaces de mantener su capacidad productiva ante periodos de estrés abiótico. Y el cultivo in vitro es una herramienta muy útil para la propagación vegetativa de estas especies, evitando la pérdida ineludible de cualidades que se genera en la propagación sexual mediante semillas.


El objetivo principal de este proyecto es seleccionar, caracterizar, conservar y propagar diversos genotipos, seleccionados por su capacidad de tolerancia al escenario de cambio climático actual, con las condiciones de estrés abiótico generadas por las altas temperaturas y la falta de disponibilidad de agua.


Con este fin se emplearán técnicas de cultivo in vitro que nos permiten dar respuesta a ciertos retos que no pueden solventarse por métodos convencionales como son la propagación vegetativa de especies en las que el estaquillado no es viable y evitar la necesidad de sexado para la selección de individuos productivos. Se buscará resolver los principales cuellos de botella en la propagación vegetativa de planta a gran escala, mejorando el rendimiento de cada una de las etapas; el establecimiento, la proliferación, el enraizamiento y la aclimatación, desarrollando una metodología más viable y rentable y empleando nuevos sistemas de micropropagación como los sistemas de inmersión temporal (SIT). Para mejorar el programa de selección se llevarán a cabo ensayos in vitro y en invernadero de tolerancia, completando los datos de campo.

Además, se creará un banco de germoplasma que nos permita conservar el acervo genético de variedades de interés agrícola y ornamental como olivo, pistacho, frambuesa, petunias y geranios entre otras, para su posterior utilización con fines productivos, en planes de mejora o para su empleo en todo tipo de estudios.


Con este tipo de proyectos se pretende acercar al sector agrario herramientas biotecnológicas como el cultivo in vitro, como alternativa para resolver algunas de las dificultades a las que se enfrenta buscando incrementar la rentabilidad y resiliencia de las explotaciones. Las principales ventajas del cultivo in vitro son que permite:

  • La propagación clonal a gran escala de todo tipo de especies, partiendo de material adulto y de escaso material de partida, incluso un único individuo.
  • Mantener la producción todo el año, independientemente de la estacionalidad.
  • La obtención de plantas libres de patógenos.
  • Y el desarrollo de programas de mejora.

Además de poder emplearse para la obtención de metabolitos o en investigación básica en áreas como la genética y fisiología. Por ello es fundamental que incorporemos estas técnicas a nuestro sistema productivo y que las hagamos más accesibles para el sector, superando las dificultades que limitan su aplicación y reduciendo los costes.